“Uno de los principales beneficios del pastoreo racional es el buen aprovechamiento que se le hace a las pasturas, con altas cargas instantáneas y un correcto manejo de ocupación y descanso, permite no solamente comer los pastos de una forma muy eficiente, sino que también el tipo de manejo provoca un gran impacto en lo ambiental, social y productivo”. Así comenzamos la conversación con Edgar Lobato, encargado del establecimiento El Rincón y conocido en la zona de Quebracho como “el loco de los potreros”.
13 años de PRV, manejo holístico y ganadería regenerativa
El Establecimiento El Rincón se encuentra en la zona de Quebracho, Paysandú y es propiedad del señor Fernando Bianchi, un productor agropecuario que decidió implementar un proyecto de PRV en Uruguay, luego de obtener muy buenos resultados en Argentina. Hoy en día, el establecimiento lleva 10 años con la certificación de campo orgánico y se trabaja únicamente con pasturas naturales.
Edgar Lobato es el encargado del establecimiento y es quien lleva adelante todas las tardeas junto a su señora y su hijo “con mucho entusiasmo y ganas de aprender cada día”. También, hace un año se sumó su suegro, que los ayuda en la parte de forestación, riego, huerta y gallinero.
“Empezamos a trabajar en el año 2006, y dada la poquísima información que había en ese entonces, nos resultó muy difícil al principio, con muchos errores y desafíos pero convencidos que ese era el camino a seguir. Hoy en día, los resultados son muy alentadores y aún seguimos por más.
La idea la trajo Fernando (Bianchi), que en Buenos Aires lleva un proyecto de 25 años haciendo PRV con muy buenos resultados. Obviamente son suelos muy diferentes, pero hoy mirando un poquito hacia atrás, nos damos cuenta cuán degradados estaban los campos cuando empezamos, y el potencial que aún les queda por explotar”.
El campo tiene una superficie de 369 hectáreas con 90 potreros fijos divididos por tipo de suelo. A su vez cada potrero es sub dividido con carreteles móviles a diario, con el objetivo de regular mejor el tiempo de ocupación y aumentar el porcentaje de aprovechamiento del forraje. Por otra parte, la cantidad de cambios y el área asignada también se va regulando en cuánto a la disponibilidad de forraje, tipo de suelo y estación del año.
“La concentración de bostas y orina al salir de cada potrero genera una fertilización natural excepcional, y con el descanso adecuado, esto repercute en la vida del suelo, en el crecimiento de las pasturas, y posteriormente en la producción animal”.
En cuanto a la disponibilidad de agua, tiene 12 áreas sociales con bebederos fijos distribuidos por el campo, con libre acceso para que los animales vayan a voluntad.
La Cría y el PRV
Se manejan 200 vacas de cría y 8 toros en las 369 hectáreas, y se recrían únicamente las vaquillonas de reposición (20% aproximadamente). Con un servicio corto de 2 meses a partir de los 2 años que va desde el 5 de enero al 10 de marzo, logran un porcentaje de preñez promedio de 75%. Los animales se destetan con un promedio de 180kg y se venden al año.
“En cuanto al manejo durante la parición, se trabaja con parcelas un poquito más grandes y se realiza únicamente un cambio diario, con traslados cortos a parcelas cercanas.
Sí es importante en esa época realizar recorridas por el potrero al menos 4 veces por día, de manera de tener un seguimiento constante, pero al ser potreros pequeños y estar los animales concentrados, la tarea se hace muy sencilla”.
Una nueva forma de hacer ganadería
En cuanto al trabajo, Edgar sostiene que le demanda muy poco esfuerzo, “una vez armado el campo con los potreros fijos el resto es sencillo y muy llevadero”.
“En mi caso, busco constante capacitación para poder tomar las mejores decisiones, no me refiero a hacer cursos solamente, sino más que nada leer artículos, interactuar con Fernando y compartir experiencias con otros productores, algo fundamental es aprender de los aciertos y errores de los demás. Ahí se encuentran los mejores resultados, con el intercambio y las experiencias de otros”.
En cuanto al manejo animal, está convencido que es una manera diferente de hacer ganadería, sin perros ni gritos, con un contacto permanente entre los animales que permite por sobre todo tener otro trato, y a su vez otra respuesta de los animales. “al realizar 2 cambios diarios como mínimo, los animales nos pierden el miedo, se manejan tranquilos, y permanentemente logramos un control sobre el 100% de ellos porque los podemos ver a todos, pudiendo detectar anticipadamente cualquier problema o enfermedad”.
Tiene como rutina ir hasta los potreros en la moto, dejarla en la portera y realizar los cambios de a pie, “camino en torno a los animales antes de cada cambio, luego me dirijo hacia el nuevo potrero y ellos me siguen sin problemas, jamás tuve que volver a buscar un animal. También por otra parte saben que les espera una pastura fresca y óptima para ser pastoreada en el siguiente potrero, seguramente eso sea un gran estímulo”.
Un equilibrio entre lo ambiental, lo social y financiero
Se trabaja con un proceso de planeamiento y toma de decisiones que tienen en cuenta procesos productivos, con distintos manejos según el tipo de campo, utilizando como única herramienta los animales.
También el establecimiento tiene ovinos, una huerta orgánica y un gallinero móvil. “En cuanto al gallinero, hace un año lo puse en marcha con la idea de que las gallinas tengan pasto fresco a disposición y no estén tanto en la tierra. De esta manera nos dimos cunta que demandan casi nada de grano, y a su vez el huevo es más sano. Hace un par de meses le agregue pollos parrilleros y andan muy bien, no he hecho los números finales pero ya te digo que es más rentable, más sano, y más rico”.
“Precisé de una sola inversión de 500 dólares de material aproximadamente, que ya se pagaron con la producción. La idea para un futuro no muy lejano es hacer un gallinero más grande y que funcione en el campo 3 o 4 días detrás de las vacas”.
El campo tiene mucha pendiente, por lo que se generan muchas corridas de agua. “Por eso hemos ido haciendo varios tajamares en las parte de corridas de agua (20 para ser exacto) con el fin de frenar la velocidad del agua y promover la vida silvestre.
Los mismos están cercados para que no entren los animales y hace un año decidimos cerrar todas las corridas de agua y dejarlos como corredores verdes, con la idea de forestarlas con árboles nativos”.
“Hay otra forma de producción, una alternativa que no hace milagros, pero sí puede combinar el bienestar animal y bienestar humano, con excelentes resultados de producción. Si siempre hacemos lo mismo, no esperemos resultados diferentes. Y esta es una alternativa más que alentadora para empezar a cambiar nuestra forma de producir.
Mucha gente me llama el loco de los potreros, pero muy poca gente se arrima para ver en realidad qué es lo que estamos haciendo y cómo producimos” Edgar Lobato
A continuación compartimos el trabajo de Fernando Bianchi en Argentina: La Julia Organics
Me parece muy buena la idea, además los resultados están a la vista.
Me gustaría conocer si hay algún tipo de experiencias similares en campos de monte.
Muchas gracias.