Ante la ocurrencia de un foco reciente de intoxicación por gusano negro (Perreya flavipes) en bovinos, diagnosticado por la Plataforma de Salud Animal de INIA Tacuarembó, se advierte a los productores y veterinarios sobre la necesidad de reconocer la enfermedad y evitar mayores pérdidas. En el mencionado foco, ocurrido en el Departamento de Florida, próximo a la localidad de Pintado, murieron 42 bovinos de un total de 185 entre el 28 de mayo y el 28 de julio.
La intoxicación por este insecto en el Uruguay fue observada por primera vez en el año 1994 cuando ocurrieron numerosos focos de la enfermedad. Posteriormente ha sido diagnosticada con frecuencia variable en diferentes años. Ocurre entre los meses de mayo y setiembre cuando se observan numerosos grupos de larvas de este insecto en las pasturas (Figura 1). Ocurre, principalmente, en campos naturales con buena disponibilidad de forraje (empastados), generalmente en inviernos benignos como el actual. Estas larvas son muy palatables y los animales las buscan para ingerirlas. Afecta bovinos y ovinos, principalmente de las categorías más jóvenes.
Los animales afectados presentan severa depresión o signos nerviosos (agresividad, temblores, babeo e incoordinación) y mueren generalmente en uno a tres días. En la autopsia, la lesión más característica es en el hígado, que presenta un aspecto moteado, observado principalmente en la superficie de corte (Figura 2). La única solución es el diagnóstico inmediato de la enfermedad y el cambio de los animales para un potrero con menos larvas, que generalmente son los que tienen menor disponibilidad de forraje (menos empastados).
Las larvas de Perreya flavipes son negras brillantes, miden de 1,7 a 2,2 cm y son vistas desplazándose entre el pasto, en grupos de aproximadamente de 100 larvas, variando de 6 a 200, entre los meses de mayo y setiembre. Los adultos de Perrreya flavipes son insectos himenópteros (parecidos a una avispa) que ponen los huevos sobre la vegetación de donde salen las larvas.
La intoxicación debe ser diferenciada, principalmente, con la tristeza parasitaria (anaplasmosis y babesiosis), que presenta fiebre, anemia, ictericia y puede observarse orina con color de sangre (en los casos de Babesia bovis y Babesia bigemina) y signos nerviosos (en el caso de Babesia bovis). La intoxicación por duraznillo negro (Cestrum parqui) causa signos clínicos y lesiones idénticas a la intoxicación por larvas de Perreya flavipes (gusano negro). El duraznillo negro causa intoxicación, principalmente, en potreros con montes naturales, donde se encuentra la planta.
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