El Chaco Paraguayo o región occidental de Paraguay, que abarca el 60% de la superficie del país y cuya población es únicamente del 3%, tiene la peculiaridad de que en términos generales, es una de las pocas fronteras por explotar en materia ganadera en la región donde más ganado se produce en el mundo.
Su clima seco reduce la proliferación de focos infecciosos así como la transmisión de enfermedades. Tiene un suelo rico en nutrientes, por lo que las pasturas tienen un valor agregado que no se encuentra en otras partes; una gran cantidad de ellas se adapta perfectamente al clima y al suelo, con sus respectivas variantes regionales.
Las razas de origen cebuino responden perfectamente a las condiciones geográficas que implica el Chaco y también se han tenido buenas experiencias de cruzas con razas británicas y continentales. En Paraguay se emplea genética bovina de primera calidad, importada básicamente de Estados Unidos, Canadá, y de los países vecinos.
Si bien la llegada de inversores extranjeros -europeos, brasileños, uruguayos- ha sido y es significativamente notoria, aún hay una gran disponibilidad de campos de variado tamaño, suelo e índice pluviométrico; y con una relación costo-beneficio que se encuentra entre las mejores del mundo.
Esto se debe no solo a los precios de la tierra y a los costos de producción -que siguen siendo mucho más bajos en relación a otros países de la región y del mundo-, sino también a los rendimientos y resultados. Vale destacar que el nivel de productividad es realmente superior, podemos decir que está entre un 50% a un 400% por encima que el campo ganadero uruguayo.
El clima como aliado de la producción
En el Chaco hay una época de lluvia y una época de seca. Lo que permite prever las medidas precisas para realizar el manejo adecuado. Con estas pautas, en los manejos modernos – de buenas pasturas, agua, sombra, sin perros y sin bolsas de nylon -, la gente y el ganado vive en bienestar y en armonía con la naturaleza.
Por eso, la clave es ir con la naturaleza, no a contrapelo.
Cuando las pasturas empiezan a producir menos, hay que bajar la carga. Cuando se produce más se aumenta la carga.
En la época de seca, en invierno, ocurren algunas heladas muy ocasionales pero sin temporales ni vientos extremos; tanto para el confort como para la sanidad animal, esto es muy positivo; el clima seco ayuda a mantener los animales más sanos.
Es necesario saber que, en la época de lluvia, que comienza a partir de octubre, se deben reducir algunas actividades, como trabajos de contratistas, el tránsito de animales y de camiones, porque una vez que empieza a llover, no va a parar por un tiempo.
Modelos de producción a medida
Hay que preparar los ciclos de producción o los proyectos en función de donde está ubicado el campo. Hay campos que se puede pasar seis meses sin llegar por tierra y hay otros que se llega siempre sin problema. Cada uno tiene sus modelos de producción, sus ventajas y sus inconvenientes. Por eso es necesario planificar cada uno de forma diferente. Teniendo en cuenta la zona y la calidad de los caminos.
“Todo adquiere una armonía con la naturaleza, con el ambiente, con el trópico, con la lluvia, la vegetación, la gente y las razas cebuinas. Hay todo una armonía. Creo que la idiosincrasia que tiene la gente de Paraguay está adaptada a esa armonía que tiene el sistema” (Rodrigo Artagaveytia).