Hay preguntas que deberíamos plantearnos todos aquellos que estamos involucrados trabajando con la cría vacuna en el Uruguay: ¿las vacas “modernas”, transforman el pasto más eficientemente a lo que lo hacían 30 o 40 años atrás? ¿Son más fértiles, más rústicas o más resistentes a algunas enfermedades? ¿Llegan antes a la pubertad? ¿Permanecen más tiempo productivas en el rodeo? ¿Son de más fácil mantenimiento en el campo? ¿Están genéticamente más capacitadas para enfrentar las épocas de restricciones nutricionales? ¿Destetan verdaderamente terneros mucho más pesados cuando son manejadas en condiciones comerciales? Si las respuestas honestas a estas interrogantes son mayoritariamente negativas, entonces no se están haciendo progresos genéticos en la cría y, en consecuencia, deberíamos cuestionarnos los objetivos de los programas de mejoramiento genético para predios criadores y de ciclo completo.
Cuando se habla de “genética superior” en Uruguay se suele referir, en la amplia mayoría de los casos, a la genética más conveniente para algunos sistemas exclusivamente invernadores. Los distintos actores olvidan que hay antagonismos entre algunas características que pueden ser deseables en unos sistemas pero contraproducentes en otros, y no suelen buscar el balance necesario para transitar por el poco transitado “camino del medio”. El tema es trascendente desde que más de la mitad de las explotaciones ganaderas de Uruguay son criadoras, y esta cantidad se eleva a 65% si le agregamos aquellas que son ciclo completo. Estos establecimientos están ocupando casi 11 millones de hectáreas, que significan un 73% del área ganadera de nuestro país. La mayoría de esta área es, por supuesto, campo natural, por lo que la habilidad que tengan los vientres para transformar, en estos ambientes restrictivos, el pasto natural en terneros es una característica de mucho impacto económico para la ganadería en el Uruguay. Si para lograr que los vientres desteten un ternero no hay que recurrir masivamente al destete precoz, o no hay que bajar la carga animal, o no hay que destinarles pasturas sembradas que pueden usarse con otras categorías más eficientemente, entonces esos animales nos estarían ayudando a lograr una mejor rentabilidad para el criador.
Sin embargo, el concepto hemiplégico que se ha tenido sobre el mejoramiento genético bovino, -en el que la academia y las sociedades de criadores no han estado ajenos-, ha llevado a que al cabo de unas décadas, se haya cambiado el biotipo y, por ende, la composición corporal de los vacunos, que los va dejando menos aptos para transformar nuestra pastura nativa en terneros. Hoy los ganados son cada vez más grandes y, en muchos casos las tendencias genéticas indican que tienen también un mayor potencial de producción de leche y son cada vez más magros. Esto último tiene sus consecuencias negativas en la cría porque el tejido adiposo es muy importante para proveer regulación endócrina de la función reproductiva, de forma tal que la capacidad de los vientres para adquirir grasa corporal es una característica materna cada vez más valorada en condiciones pastoriles. Es cierto que para depositar un kg de grasa corporal la vaca necesita consumir 25% más energía de lo que requeriría para depositar un kg de músculo, pero en épocas de restricciones de oferta y calidad de forraje como las invernales, la movilización de grasa proporciona cinco veces más energía a su organismo que la consumición de su proteína muscular. Esta energía ayuda a que la vaca atraviese esta restricción, y le permite parir, criar su ternero y volver a quedar preñada. Sabemos además que, a un mismo peso de entore, la cantidad de grasa de las vaquillonas define su tasa de preñez en esa primera estación reproductiva.
Por esto, entendemos que el concepto de genética superior para la cría debe ser discutido más ampliamente en Uruguay, y quizás reformulado. Para ello, se necesitaría que más genetistas se involucren en las necesidades de las explotaciones de cría en el Uruguay profundo. Y ayudaría que las Sociedades de Criadores puedan actuar más en consecuencia a las implicaciones de su nombre.
Guillermo este año en varias exposiciones noté en algunasrazas una preferencia por parte de los jurados de animales más moderados de características más pastorales, algunos destacaron la fertilidad y claro que la parte fenotipo es influyente también. Cosa que me pareció muy positiva espero se siga en ese sentido, pues además de ser de generar un beneficio a los criadores también me parece que es una buena forma de detener un poco el ya conocido decrecimiento de las exposiciones del interior principalmente. Felicitaciones por trasmitir tus conceptos a los productores.
Opinión valiosa y oportuna! del Sr. Guillermo De Nava
Dijo Arno Klocker Hornig, hace 60 años!
«..nos encontramos ante una encrucijada , en que el productor debe elegir el camino correcto que lo lleva a la verdadera solución de sus problemas. El único letrero de indicación dice:
PIENSE CON LÓGICA
APLIQUE EL SENTIDO COMUN
LEA, ANALICE Y JUZGUE UD MISMO
Y NO SE DEJE ENGATUSAR CON EL CUENTO DEL BURRO!…»
Sus consejos aplicados durante muchos años nos dan la certidumbre de poder aconsejar sus escritos, sobre
Las empastadas permanentes bien manejadas.
Los factores recesivos y el salto atávico en la ganadería.
La Herencia de la Ganadería al alcance del productor de base.
El Manual de la Ganadería.
Una herencia para todos que espera su reparto.
Dr. Hugo Sabino.
Una aproximación muy interesante y, creo, oportuna al enfoque del mejoramiento genético.
La consideración del sistema de producción como un objetivo y/o restricción en las variables consideradas debe ser prioritario.
Las preguntas que inician el artículo , y que todos sabemos las respuestas, lo justifican.
Hola Guillermo!
Gracias por los aportes, sin duda que significativos para una buena discusión por parte de la academia.
Sólo a los efectos de hacer un aporte para futuras discusiones, te transfiero una pregunta que me hago recurrentemente y a la cual aún no le encuentro respuesta final.
De acuerdo a datos presentados por la Consultora Apeo, a quien le tengo mucha confianza, el 70% de los kilos de carne que vende un criador corresponden a la vaca, ya sea flaca o gorda. Si eso es así, la carcasa de esa vaca no jugaría un papel preponderante?
Me parece que el Dr. De Nava enfoca muy bien, el tema del mejoramiento genético en ganados de carne. Es un ítem menor en cuanto a la productividad de nuestros rodeos. Es mas trascendente la administración de los recursos naturales y difícil, porque se trata de manejar tecnologías de procesos y no de insumos, como ha pasado hasta ahora que han inducido al productor desde la catedra al márquetin. Debo decir también que desde la academia hace décadas, se ha estado impartiendo conocimientos ajustados a la investigación mundial y si los responsables de difundirlos han estado omisos, es otro problema. Que se ponga el sayo quien le corresponda. Quiero reafirmar que los conocimientos para desarrollar una empresa criadora eficiente, en pasto natural, están hace décadas a disposición de los productores. No quiero dar nombres para no ser injusto o demostrar mi ignorancia.
Es mas importante ajustar cargas, dividir el suelo por capacidad de uso, dar aguadas adecuadas y sombra. Lo que significa, administrar la pastura para que acompañe los requerimientos de las vacas, con el 1er objetivo por lejos, de tener un ternero por vaca y por año.
El planteo del DR. De Nava , se encuadra en los “que pasa si” de Teichert, publicado semanas atrás. Tambien en un excelente trabajo del Ing. Dacunda, publicado también por Foro. Hay de Facultad de Agronomia un trabajo experimental del Ing. Soca que pone números a la ecuación y que se puede ver en videos que Foro facilita.
Porqué, minimizo el aporte de “la genética” ?, suena a remate no?, porque el toro no debe enchastrar el lento y paciente esfuerzo aplicado a la selección de nuestras vacas para que cumplan con el primer objetivo: 1 TERNERO POR AÑO. O sea: alimentarse con lo que tenemos, (gracias a que disminuimos la carga), parir vivo un ternero y alimentarlo y la “sellada”: para que se alce en el 1er mes de entore. La única vaca que sigue en el rodeo es la que esta preñada en el 1er mes de entore.
Ahora pregunto, que DEP hay que buscar que este en un catalogo de venta de semen y de respuestas? Y el resto de la tabla que no destruya lo que buscamos.
Nos desvivimos por darle tamaño a los animales y como dice De Nava, seleccionamos en contra de los Ks de terneros por ha, facilidad de partos, fertilidad, etc. Quisiera saber que frigorífico, invernador o benefactor, paga mas por un ternero pesado?
Muy bien dicho: necesitamos innovar, tecnología de punta: creep feeding, destete temporario o si el cubilete viene mal, destete precoz y terminas con rodeos sin dientes y comprando vientres.
La cuenta del boliche queda insoportable también.
Y al borde del agujero negro: quedarte sin comida en todo el campo.
Gracias Dr. por su aporte e invitación a la sinceridad y la búsqueda del conocimiento.
Afectuosamente E. Catalogne
Entiendo que el enfoque es parcialmente acertado, pero también algo sesgado, ya que asume que la única realidad es la mencionada, y eso no es tan así.
Los terneros que el criador produce pasan luego a un sistema invernador (con o sin corral), y allí es necesario que tengan buen crecimiento, carcasas pesadas, no engrasar demasiado rápido, etc.
Si la genética de los terneros decepciona a su comprador no volverá a buscarlos.
De modo que no es tan simple a lo que se enfrentan los generadores de genética, ya que los mismos deben contemplar lo que es bueno para ambas fases: cría y engorde.
Entiendo que los DEP, tan completos en cuanto a las características analizadas, y tan confiables de que lo visto en el papel sucede realmente en el campo, como los que en nuestro país dispone la raza Hereford, son la mejor herramienta para un avance objetivo que contemple ambas fases.
Tampoco debe olvidarse que muchos estudios demuestran que los ingresos de los criadores son en muchos casos más importantes por la venta de vacas de refugo (gordas o no), que por la de terneros, de modo que el peso de esas vacas adultas es un determinante directo del ingreso neto del predio y no debe subestimarse su aporte.
Si coincido plenamente en la importancia de la capacidad de acumulación de grasa de los vientres, y particularmente en Hereford se viene seleccionando fuertemente a favor de esto, y es una característica que los jurados valoran especialmente en las pistas también.
En cuanto a la producción de leche de las madres, ya la cosa es más discutible.
Hoy producir muchos kg de ternero es clave para un criador, y eso se construye sobre dos patas: terneros nacidos x peso de esos terneros. Con los EPD el productor debería elegir toros que dan hijas con baja producción de leche solo si realmente su sistema es extremadamente restrictivo en cuanto a disponibilidad de forraje, de lo contrario le convendrá ir a producciones mas intermedias o incluso altas de leche si dispone de más forraje en su predio.
No se debe olvidar que la base forrajera mejora a nivel país con el retiro de la agricultura de sus cuencas marginales, e incluso las rotaciones agrícolas están llevando la cría a sistemas de suelos muy fértiles y alta asignación de forraje del litoral, de modo que hay cosas que no son tan categóricas y generales.
Con los DEP el productor es quien puede y debe elegir con mucha precisión que características le interesa mejorar en su rodeo, obviamente las sociedades de criadores que tanto han hecho por nuestro campo, al jurar en una pista apuntan a situaciones promedio a nivel nacional, luego cada uno sabrá o no elegir lo que necesita. Las sociedades de criadores están en su inmensa mayoría conformadas por gente campera y productores de larga y respetable trayectoria que saben lo que hacen tambien.
Bien por poner el tema arriba de la mesa.
Voy a citar, lo que para mi es aún hoy, una gran referencia en el tema de la cría vacuna.
Se trata de ¨Manejo nutritivo de los rodeos de cría en pastoreo¨ del Ing. Agr. Jaime Rovira Molins, publicado en 1996.
Quiero agradecer a todos los calificados comentaristas que, coincidiendo o discrepando con el contenido de mi artículo, compartieron su visión. Carla presenta un aspecto que me resulta muy interesante, que es la importancia de tener vaca con carcasas pesadas, considerando que el criador, en promedio y según una fuente, vende muchos kgs de vacas que llega a ser el 70% del total de los kgs comercializados. Me parece útil hacer algunas reflexiones. Imaginemos que un criador que tiene un rodeo no puede llegar a lograr ni siquiera una preñez: ese criador tendría el 100% de su venta en vacas. Si en el otro extremo, consideramos un criador muy eficiente, entonces ese porcentaje se reduciría notablemente, bastante por debajo del porcentaje inicial, entre otras cosas porque vendería, además de muchos kgs de terneros, también hembras para reposición. Pero ese no es el punto medular de porqué creo que tener vacas muy grandes es contraproducente en la mayoría de los sistemas de cría y ciclo completo que conozco. Las vacas moderadas son más eficientes por muchos motivos.
1) Destetan siempre un porcentaje mayor de su peso en terneros. Los datos que manejamos revelan que diferencias de 50 kgs en la vaca, solo se traducen en 5 a 8 kgs de peso extra de terneros.
2) Son más eficientes porque está probado que los kgs de pasto que tienen que comer para producir un kg de ternero al destete es menor. Un trabajo publicado recientemente por científicos de la Universidad de Wyoming, que investigaron por 4 años el comportamiento productivo de 5 tamaños de vacas reporta que los kgs de MS consumida para producir un kg de ternero al destete fue 7,6 , 8,0 , 8,4 , 9,1 y 9,5 kgs para vacas de 453, 498, 544, 589 y 634 kgs. Si hay gente que este último peso le parece excesivo, solo apunto que ese es hoy el peso promedio de la vaca Angus de pedigree en USA.
3) De acuerdo los requerimientos de pasto de los distintos tamaños corporales, la misma fuente calcula que solo se pueden manejar 71 vacas de las grandes en la unidad productiva que se manejan 100 de las más moderadas. Con este ajuste de carga, y con la productividad medida de los diferentes tamaños, el biotipo moderado llega a producir 25% más por unidad de superficie.
4) Si consideramos que el peso crítico para que una vaquillona comience a ciclar es de un 65% del peso adulto, entonces, un biotipo más moderado requiere unos 50 kgs menos de peso de primer entore que una vaca con mayor potencial de crecimiento y tamaño adulto. En nuestras más comunes condiciones de explotación, los biotipos más grandes requieren siempre modificaciones del ambiente para poder llegar a esos pesos críticos del entore. Y eso cuesta plata.
5) Ya en la fase de invernada, la vaca moderada engorda más fácil y se podría aseverar que con ellas, podríamos tener mayores kgs vendidos gordos por unidad de superficie
Así que mi propuesta es tener una vaca moderada en tamaño, que permita tener alcanzar un peso de faena en los novillos, y que sea fértil y de fácil engorde, características que no suelen estar asociadas con el concepto de “genética superior” que suele tener el estatus quo.
Reciban mi afectuoso saludo junto a un nuevo agradecimiento por aportar sobre este tema tan relevante para nuestra ganadería.
Guillermo el articulo muy bueno y la respuesta mejor aún
Buenas tardes !
En primer lugar coincido con las apreciaciones del artículo y sobretodo en lo que considero un mensaje y un llamado de atención , que se viene repitiendo por distintos especialistas y que ha sido expresado en diferentes artículos.
Solamente me gustaría agregar o más bien hacer otra reflexión .
El tamaño de la vaca !!!
Según tengo entendido el tamaño está directamente relacionado a los requerimientos nutricionales , a mayor tamaño o peso adulto… mayores requerimientos. Pero siempre dentro de la misma raza o biotipo !!!
Y por poner un ejemplo. Si comparamos una vaca británica adulta de 634 kg por citar la fuente y una vaca de raza sintética indica de el mismo peso . También está comprobado que la vaca sintética a pesar de tener igual peso adulto a la británica, tiene significativamente menores requerimientos nutricionales , equiparándose en requerimientos con una vaca británica de un peso adulto mucho menor .
Por lo tanto las comparaciones de frame , peso adulto y su relación con los requerimientos nutricionales sólo se puede hacer entre individuos de la misma raza o biotipo.
Y para dar un ejemplo gráfico es como si comparáramos un vehículo de igual marca y modelo en sus versiones nafta o diésel , a igual valor del combustible obviamente!! ( el pasto cuesta lo mismo independientemente de quien lo consuma )
La que tendría menores requerimientos sería el diésel a pesar de tener el mismo tamaño , y características funcionales que su versión nafta . Y eso se traduce en su valor de mercado como todos sabemos el vehículo diésel tiene un mayor valor cosa que no se da con las vacas …. aún !!!