1- Prestar atención al comportamiento de los toros
Tratar de no introducir a servicio toros vírgenes con toros de mayor edad:
Los toros de mayor edad dominan a los vírgenes y éstos no trabajan o lo hacen menos que lo necesario y esperado. Mucha gente cree que no es tan así. Eso ocurre porque como normalmente se trabaja con un mayor porcentaje de toros que el necesario, aún cuando solo trabajen bien los adultos el porcentaje de preñez es adecuado. Este fenómeno solo será visible o comprobable en resultados (preñeces) cuando se introducen a servicio uno o pocos toros adultos con muchos vírgenes, ya que los adultos no dejan trabajar a los vírgenes ni llegan a cubrir satisfactoriamente las vacas en servicio.
No hacer rotación de toros en servicio:
La rotación de los toros en servicio es una práctica tan errónea como difundida. Cada “rotación” exige en la tropa de toros un desgaste para redefinir el “orden social”, que les consume energía y los hace “perder celos”. Lo recomendable es iniciar el servicio con un % normal de toros y a medida que avanzan las preñeces y cor consiguiente baja el % de vacas que ciclan ir sacando toros de a poco para que no queden peleando varios por una vaca alzada. Una salvedad a esta recomendación es que debe aplicarse cuando el celo inicial es normal (no menos de 3% diario). En casos que por diferentes factores (sequía, falta de comida, otros) el estado de las vacas provoca que el celo inicial es muy bajo y la temporada de servicio deba consecuentemente alargarse, puede decidirse iniciar el servicio con una parte de los toros y luego cambiar los que peor estén (una sola “rotación”).
Si no es necesario, evitar “completar” la cantidad de toros cuando ocurren bajas durante el servicio.
Suponiendo que se está dando servicio a 300 vacas con 9 toros, es de esperar que a la semana de iniciado el servicio un 15-20% de las vacas estén preñadas, y a las tres semanas aproximadamente la mitad lo esté. Por eso, y para evitar el mismo efecto que en la rotación de toros, es prudente analizar la necesidad de reemplazar aquellos toros que salen de servicio. Normalmente, si se inicia con un % algo “holgado” no es necesario efectuar reemplazos, ya que por ejemplo el 3% de toros con que se inicia es un 6% sobre las vacas vacías a las tres semanas de iniciado el servicio. En ese caso, tendrían que salir de servicio 5 de los 9 toros en 21 días de servicio para pensar en introducir otros toros. Evitar trabajar con rodeos demasiado chicos. Hay veces que el servicio falla en rodeos chicos, porque si por ejemplo en un rodeo de 60 vacas con dos toros (un toro cada 30 vacas) uno falla por cualquier motivo, solo queda un toro apto para 60 vientres, en cambio, con el mismo porcentaje de toros o aún menos, por ejemplo en un rodeo de 300 vacas con 9 toros, es muy improbable que fallen tantos toros como para dejar el lote con una relación 1 toro : 60 vacas ya que para ello tendrían que fallar 4 toros. En caso de rodeos chicos es entonces recomendable no trabajar con bajo porcentaje de toros o tener un seguimiento muy de cerca.
2- Favorecer las condiciones para el apareamiento
En campos “difíciles”, es muy recomendable tender a manejar el servicio en potreros chicos, planos y despejados, con lo cual se favorece el encuentro toro-vaca y el control del servicio por parte del personal del campo, y permite reducir los % de toros en servicio con lo cual se ahorrarán costos significativamente.
3- No esperar el tacto para ver «cómo fue» el servicio
En muchos casos, es posible controlar como va el servicio y darse tiempo de descubrir posibles fallas y solucionarlas, a los efectos de no llevarse ingratas sorpresas al momento del tacto, donde ya nada puede remediarse. La mejor forma de hacerlo NO ES juzgar si los toros trabajan o no trabajan SINO “contando celos” (durante tres días consecutivos en lotes grandes y mas días en lotes chicos –solo la que se deja montar-), por ejemplo, desde los 25 días de iniciado el servicio. La cantidad de celos observado, nos darán una idea de la cantidad de vacas aún no preñadas, en una proporción 1:20 a 1:30 (variará de acuerdo al ancestro inicial), y por diferencia las ya preñadas. Si bien nos dará solo una estimación, ésta es ilustrativa de si algo anda mal o todo ocurre de acuerdo a lo esperado. Es mejor cuando las vacas están identificadas individualmente ya que en caso contrario se puede contar una misma vaca un día y al siguiente como vaca en celo (solo debe contarse una vez).