En Uruguay la ganadería tiene mucho para crecer sin la necesidad de incurrir en costos injustificables. Existen diversas alternativas o tecnologías para mejorar la producción, algunas poco usadas por los productores, con resultados comprobados para que impacten en un mejor resultado físico y económico de los sistemas ganaderos.

En una entrevista realizada por el diario El País, el catedrático y productor Álvaro Simeone, también director técnico de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC) de la Facultad de Agronomía (UdelaR), explicó que en Uruguay existen “certezas tecnológicas”, donde los resultados esperados y observados se asemejan mucho, y recomendó trabajar más con ellas y tener los coeficientes técnicos para que el productor y su asesor puedan hacer las cuentas en diferentes escenarios de precios y productos.

La ganadería de carne, dijo el experto en nutrición animal, tiene suficientes tecnologías validadas para incrementar la productividad que no se aplican o se usan poco, sin tener la necesidad de apostar a otras alternativas menos precisas o con resultados más variables.

Una de las certezas tecnológicas está asociada a la cría, y la divide en dos alternativas. Una es aplicada para  aumentar el número de terneros cada 100 vacas destetadas. La otra es para elevar el peso de los terneros a los seis meses de vida.

El catedrático señaló que para incrementar el número de terneros destetados, la clave en la cría pasa por la aplicación del destete precoz.

“No es aplicar el destete precoz en forma indiscriminada, ni en cualquier escenario, ni en cualquier año, ni en cualquier nivel de nutrición de la vaca», aseguró Simeone.

Esta herramienta pasa por monitorear la condición corporal de la vaca y toda la que tenga una condición corporal inferior a 4 (tabla de condición corporal del Plan Agropecuario), aplicarle el destete precoz.

De esa forma las vacas que están al inicio del entore con una condición corporal superior a 4, ya van a tener un 80%-85% de destete y las que están con un estado corporal inferior a 4, que iban a tener 50% o 55% de preñez, se les aplica el destete precoz y también las hace llegar a 90% de destete.

“El impacto que tiene el destete precoz en ese grupo, hace que todo el rodeo permanezca con alta eficiencia reproductiva», asegura.

Económicamente esa técnica es rentable, porque ese 40% de aumento de preñez, desde el punto de vista de ingreso de producto bruto es superior al incremento en los gastos.

Cuando se quiere incrementar el peso al destete, una forma de hacer destete precoz es hacer el Destete Precoz a Corral (DPC), como se impulsa desde UPIC.

El ternero destetado precozmente —técnica que se hace para aumentar la preñez en las vacas—, se maneja «con pasturas más suplemento». Ese animal pesará lo mismo que si hubiera permanecido al pie de la vaca.

El DPC busca preñar la vaca, pero «el ternero se encierra durante cuatro meses y a los seis meses de edad llega a 220 o 230 kilos. Esa tecnología permite llegar a un ternero mucho más pesado que pide mucho más ración.

Si bien esta es una tecnología de alto costo, Simeone destacó su doble ventaja porque preña la vaca y mejora el peso del ternero destetado.

«La conversión que se logra con ese ternero de destete precoz, los kilos de alimento que precisa en el corral para depositar un kilo de peso vivo, es de 3,5 a 1”, dijo.

La aplicación de estas «certezas tecnológicas” hacen que «el grado de previsibilidad y la correspondencia entre los resultados esperados y los observados posteriormente es muy alta».

En otras alternativas tecnológicas juegan otros factores que hacen que el resultado tenga mayor variabilidad.

Cada establecimiento agropecuario es un mundo particular y en cada caso el productor debe evaluar la conveniencia de cada tecnología en los diferentes escenarios productivos.