Las bondades y adversidades climáticas son iguales para todos los que viven bajo el mismo cielo. Sin embargo, sus efectos son distintos, en algunos sitios son abismales las diferencias. Es el caso típico de la ganadería uruguaya en esta estación de escasez de lluvias: predios con reducida masa verde, predios, literalmente, sin oferta forrajera medible en sus campos rapados, otros con abundancia de pastos y carga animal por debajo de la posible. Hoy en Uruguay solo hay pasto en los establecimientos que han adherido a algún tipo de pastoreo rotativo, donde el Pastoreo Voisin es su esencia y extracción más productiva.
¿Por qué tan disímiles situaciones?
¿Qué pasa en el pastoreo continuo, predominante en Uruguay? Los animales disponen todo el tiempo de toda el área de pastos. Las plantas nunca descansan, sufren cortes y recortes sucesivos, que les agotan las sustancias de reserva de las raíces y reducen la capacidad de absorber agua y nutrientes del suelo. Las defoliaciones abusivas abren el dosel a los rayos solares, lo que afecta a la temperatura y humedad del suelo, con deletéreos efectos sobre las plantas, que se calientan, pierden agua e ímpetu de crecimiento. Cuánto más frecuentes estos cortes, más se reducirá el volumen de raíces, la tasa de fotosíntesis y producción de masa verde. Aunque vuelva a llover, las plantas no tendrán vigor suficiente y condiciones fisiológicas para crecer rápido. Ahí está el verdadero círculo vicioso.
¿Qué pasa en el Pastoreo Voisin, que se expande por todo el país? El sistema desarrollado por el bioquímico francés se basa en las cuatro leyes del pastoreo racional, siendo que la primera, la del descanso, condiciona a las otras tres. Para ajustarse a esta ley es imprescindible que la pastura sea subdividida en gran número de parcelas. Así se les propicia a las plantas el derecho de descansar entre dos cortes sucesivos, o sea, que tengan tiempo de rebrotar, recomponer sus reservas y completar el crecimiento de la masa verde. Plantas cortadas en su momento fisiológico más apto al rebrote tienen raíces finas y expandidas, explotan mayor volumen de suelo, absorben más agua y nutrientes. En suelos de potreros descansados crecen los tenores de materia orgánica, que por su vez mejora la capacidad de retención e infiltración de agua. Forman más masa verde, que cubre el suelo y hace disminuir a la evapo-transpiración, así sienten más lentamente restricciones hídricas. Los animales ocupan un potrero, en los demás el pasto crece sin ser molestado hasta alcanzar el punto máximo de crecimiento posible para las condiciones del local. De cuánto más potreros se disponga, mayor tiempo de descanso se le brindará a los pastos, a la espera de que se normalicen las lluvias. La crisis se instala despacio y se va tan pronto vuelva a llover; el agua lentamente se infiltra en el suelo y las plantas bien provistas de raíces, retoman el crecimiento. Aunque la sequía se prolongue, siempre habrá pasto. Es el verdadero ciclo virtuoso.
Ganaderos que conviven en el mismo establecimiento con los dos sistemas conocen las diferencias en resistencia a la sequía, en carga animal y producción por hectárea. En un lado de la cerca, reducida presencia de malezas, pastos descansados y en crecimiento, aguantan mejor la escasa humedad, hacienda en buen estado y ganando peso. Del otro, muchas malezas, pastos con crecimiento casi nulo, visiblemente afectados por las restricciones hídricas, hacienda en creciente pérdida de peso y condición corporal. Los que tuvieron la fortuna de vivenciar esta experiencia, sin excepción, hacen planes y estudios para expandir el pastoreo racional para la totalidad del campo. Una pequeña ganadera de Salto, con un año de experiencia, sentenció: “si no fuera este sistema, no tendría la mitad de la carga actual y aún mis vacas no estarían en tan buena condición”.
Hola
Después de haber asistido al evento organizado sobre PRV, en la Regional Este de Udelar en Maldonado en la primavera pasada, decidimos cambiar nuestro sistema de rotación (semanal/quincenal con predios de diez hectáreas), a uno con cambios más frecuentes (uno/dos días con parcelas de una hectárea). Comenzamos en noviembre/2017 con el lote de vacas de cría, y ahora lo estamos haciendo con los terneros destetados y las vacas por separado.
Estamos en una de las zonas que sufrió bastante la escasez de agua (al norte de Florida). A pesar de ello se mantuvieron los índices de preñez del año pasado con una carga de 1 UG/há aprox (entre nov/17 y marzo/18).
A juzgar por la disponibilidad y la buena apariencia visual de las pasturas, cuando el ganado ingresaba a comer en la nueva parcela, la adopción de este sistema seguramente explica bastante que hayamos pasado las dificultades climáticas de mejor manera.
GRACIAS a todos quienes están colaborando con la difusión de esta forma de producir basada en un uso más óptimo (y ambientalmente sustentable) del recurso campo natural.
Saludos
Oscar, te felicito y te exhorto a que prosigas en esta fecunda labor en pro del progreso de la ganadería uruguaya, de ilimitado potencial de crecimiento desde que adopte masivamente sistemas racionales de utilización de sus ricos campos naturales.
buenas noches , lo mas difícil que me resulto de comenzar a aplicar el prv con las características de usted Sorio , es acostumbrarse a no utilizar insumos ,pues estábamos acostumbrados a pensar en des parasitario , fumigar , siembras de verdeos , fertilizar ext y ahora tenemos que pensar en manejo, elegir la mejor parcela , desmalezar , mirar cuantos vi chitos encontramos en el suelo y/ o como pueden estar mejor , pienso mas en la vida bajo tierra que sobre la tierra , en definitiva lo segundo viene solo con lo primero
Buenas tardes, queria saber donde puedo encontrar el libro de Humberto Sorio??
Desde ya muchas gracias.
Leandro Morga.
Leandro, gracias por comunicarte con nosotros.
Dinos donde te encuentras para ponerte en contacto con quien corresponda y coordinar envío y demás.
Saludos.