El corral de engorde es un negocio definido por múltiples factores: precios de compra y venta del ganado, costos de la ración (TMR) y, sobre todo, la eficiencia de conversión. En verano, la ganancia diaria y la eficiencia de conversión alcanzan sus niveles más bajos del año debido al estrés calórico.
Este desafío requiere atención para minimizar el impacto en el desempeño
de los animales. En este artículo compartimos recomendaciones prácticas frente al estrés calórico en el feedlot.
¿Qué es el estrés calórico?
El estrés calórico (o estrés térmico) ocurre cuando la temperatura corporal del animal excede su rango de comfort. Factores como altas temperaturas, radiación solar, humedad relativa elevada y baja velocidad del viento agravan esta situación.
Frente al calor, los vacunos disminuyen voluntariamente su consumo de materia seca para reducir la producción interna de calor. Esto incrementa el gasto energético de mantenimiento, disminuye la eficiencia de conversión y afecta negativamente las ganancias diarias.
Estrategias para mitigar el calor
Sombra
La sombra es un método fundamental para reducir la radiación solar directa e indirecta. Sin embargo, para ser efectiva, debe complementarse con una buena circulación de aire. Las recomendaciones son:
- Espacio de sombra: 2-4 m² por animal.
- Altura mínima: 3-4 metros, facilitando la ventilación y el mantenimiento.
- Material: Media sombra, chapa intercalada u otros materiales, con orientación NorteSur.
Diversos estudios han demostrado que proporcionar sombra a novillos en corrales mejora su consumo, reduce su frecuencia respiratoria y jadeo, y puede incrementar la ganancia media diaria en un 13%.
Aspersión o rociado
La aspersión estratégica puede bajar la temperatura corporal de los animales en hasta 0,5 °C. Es crucial que las gotas sean lo suficientemente grandes (mínimo 150 micrones) para penetrar el pelo.
Recomendaciones clave
- Frecuencia: Aplicar agua intermitente durante 2-5 minutos cada 30 minutos en las horas más calurosas.
- Condiciones del corral: Un suelo bien apisonado es esencial para evitar barro, ya que el calor combinado con humedad excesiva agrava el estrés térmico.
Nutrición y alimentación
El estrés calórico afecta los patrones de consumo, aumentando el riesgo de acidosis. Por lo tanto, ajustar la dieta es fundamental:
- Utilizar insumos con menor incremento calórico: grasas y aceites son preferibles a carbohidratos y proteínas.
- Aumentar ligeramente la fibra para reducir el riesgo de acidosis.
- Horarios: Proveer la mayor proporción de la dieta al atardecer, cuando los animales tienen un pico de consumo y pueden disipar el calor por la noche.
- Agua: Garantizar acceso ilimitado a agua fresca y limpia, con bebederos de al menos 7,5 cm de frente por animal y excelente recarga.
Manejo
El manejo adecuado durante el verano puede marcar una gran diferencia:
- Movimientos de hacienda: Realizarlos temprano en la mañana para evitar el impacto del calor.
- Agua de bebida: Limpiar los bebederos semanalmente y verificar a diario el flujo y reposición de agua, ya que cualquier falla puede empeorar los cuadros de estrés.
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