El manejo de las edades de los toros es un tema que muchas veces no es considerado dentro de los manejos del rodeo de cría. Sin embargo, es un tema de gran trascendencia y puede explicar muchas veces bajos resultados en lotes dentro de un establecimiento. Yoel Stolovas, con experiencia y un gran poder observador, nos brinda su visión sobre el tema.

Toro de dos años

El toro que presenta el peor desempeño y que más problemas ocasiona es el torito de dos años.

Es un toro que muchas veces se funde por su ansiedad e inexperiencia, camina muchísimo y termina dejando vacas sin cubrir en rodeos de mucho celo. Por esa razón, en estos lotes de elevada cantidad de vacas alzadas se trata de no usarlo. La consigna es que en su primer año de trabajo “aprendan” a trabajar. Para eso se usan en rodeos con celos menos concentrados, como los lotes de cuerpo (parición intermedia) y cola (último mes) de parición. Estos toros nunca trabajan en rodeos de cabeza de parición que se entablillan ni en vacas con reciente destete precoz. En lo posible, tampoco se los usa en vaquillonas de dos años.

El toro de tres años

En el otro extremo, el toro considerado de mayor eficacia es el de tres años, que funciona muy bien en cualquier rodeo. Por ser liviano y tener experiencia, con vaquillonas cumple la función de manera excelente. Presenta la ventaja de armar sub-grupos, evitando las interferencias. En ganados con mucho celo trabaja muy bien sin agotarse y repartiendo la monta entre todas las vacas alzadas.

Los toros adultos

Con los toros adultos la única consideración es evitar usar toros muy pesados en vaquillonas de dos años, además de tener cuidado con los efectos de dominancia y las peleas que se incrementan con la edad.