Qué esperamos para vacunar?
Transcurren los diagnósticos de gestación y constatamos que los buenos resultados esperados no se están cumpliendo en varios rodeos: en esta temporada de “tactos” se registran, con frecuencia, índices de gestación de entre 50 y 70%. Exceptuando zonas donde las inclemencias climáticas han hecho destrozos –tanto por sequías como por inundaciones– existe una amplia zona del Uruguay que esperaba mejores resultados de preñez, basados en el buen estado de las vacas. Pero la sorpresa surge cuando el veterinario introduce el ecógrafo y canta “fallada”. ¿Qué ocurre? “Mucha lluvia” dicen unos, “poca lluvia” afirman otros, mucho pasto en zonas más favorecidas, poco pasto en regiones perjudicadas, una pastura “aguachenta, que no alimenta”, “el brutal calor de enero”, “los toros”; las explicaciones que ensayan los productores son múltiples.
Seguramente todas las posibilidades y explicaciones sobre estos puntos porcentuales que quedaron en el camino sean válidas. La adecuada alimentación de la vaca y un buen manejo determinan sin dudas la mayor parte del éxito, y permiten alcanzar un determinado nivel de producción, pero hay un escalón al que no se puede acceder si no se controla el enemigo encubierto de la cría: las enfermedades de la reproducción.
La evidencia
Hace quince años INIA y DILAVE realizaron un estudio que evidenció la presencia de enfermedades reproductivas en establecimientos ganaderos de todo el país. En los años sucesivos, los profesionales independientes hemos constatado innumerables diagnósticos de varias enfermedades que afectan los índices reproductivos. No hay discusión en ese sentido: las enfermedades están presentes y muy extendidas en la ganadería del Uruguay.
Este año
El pasado 22 de junio el Taller de Evaluación de Diagnósticos de Gestación, organizado por INIA Treinta y Tres, confirmó lo que en el campo la mayoría de los veterinarios venían constatando: las preñeces se ubican en niveles magros (70,6%). Considerando que estos datos representan, en buena parte, rodeos bajo asesoramiento profesional permanente (que arrojan resultados por encima de la media nacional) y descontando las probables mermas tacto-destete, seguramente el nivel de marcación se ubique por debajo del 60% el próximo año.
Medidas efectivas
Para muchas enfermedades no existen vacunas efectivas, o éstas generan una inmunidad pobre. Pero, en el caso de las enfermedades reproductivas el productor sí dispone de muy buenas vacunas, cosa que se debería entender, valorar y usufructuar. Es un logro de la ciencia que estas vacunas existan, y una de las claves para alcanzar los tan ansiados resultados reproductivos. Para eso hay que usarlas, y usarlas bien.
La fecha para vacunar
Es probable que sea lo más importante a considerar, porque determina los tiempos necesarios para generar una adecuada inmunidad. El plan debe comenzar por lo menos dos meses antes del servicio, para cumplir con los tiempos adecuados. Esto supone hacerlo a la salida del invierno, cuando todavía no estamos pensando en el servicio. Por lo tanto, proponemos agendarlo hoy, en este momento.
El plan
La idea es que cada productor lo diseñe con su veterinario, quien tiene una sólida formación en el tema. De todos modos, daremos algunas recomendaciones generales básicas:
Primo-vacunación: para las vaquillonas de primer servicio que nunca fueron vacunadas, se deben administrar dos dosis, con un intervalo de 20-30 días entre ellas; la última, 20 días antes del servicio (si no empezamos dos meses antes del servicio, los tiempos no dan y echamos los toros sin una buena inmunidad).
Re-vacunación: en general es suficiente con un refuerzo anual a las vacas multíparas, que ya han recibido vacunas en años anteriores. Debe administrarse 20-30 días antes del comienzo del servicio.
Adicionalmente, hay vacunas que se deben reforzar al momento del diagnóstico de gestación; pueden agregarse otras para toros y vaquillonas, según el criterio profesional.
La vacuna
Afortunadamente existen muy buenas vacunas combinadas, que generan buenos niveles inmunitarios. Son vacunas de diversas marcas comerciales, que brindan protección contra Campylobacteriosis, Leptospirosis, IBR y DVB. La definición de cuál utilizar debe ser discutida con el veterinario en cada caso.
Son varias las recomendaciones prácticas con relación a las vacunas, pero daremos las tres que consideramos más importantes:
Cadena de frío: respetarla al máximo, para no bajar la eficacia de la vacuna.
Agitar el frasco: parece un detalle menor, pero las vacunas contienen varias fracciones, y si no agitamos bien “lo bueno queda en el fondo” y muchas vacas reciben agua en lugar de vacuna.
Instrumental: si las jeringas están sucias o mal calibradas el producto no generará los beneficios esperados, ya que se contaminará o la dosis no será la adecuada.
El costo
El argumento más escuchado para no usar vacunas es el costo: “ las vacunas son caras” dice el productor. ¿Son realmente caras las vacunas? Para responder esto debemos analizar la relación costo/beneficio de la herramienta.
Suponiendo que el 20% del rodeo está compuesto por vaquillonas (dos dosis) y usando la vacuna más cara del mercado, vacunar 100 vacas hoy cuesta 300 dólares. Ése es el costo de un ternero, es decir que si logramos un 1% más de terneros, la vacuna ya se paga. Entonces, cabe preguntarse si es válido el argumento del costo. Creemos que definitivamente no lo es, ya que una tecnología que permita una mejora productiva de por lo menos un 10%, con una inversión de 1%, es sin dudas un muy buen negocio.
TIPS:
- Los porcentajes de preñez se mantienen en niveles bajos en Uruguay.
- Este año hay muchas vaquillonas de primer servicio con buen peso y desarrollo que aparecieron falladas.
- Muchos rodeos de vacas multíparas en excelente estado, en zonas donde llovió bien, también han dado bajos porcentajes (50-60%).
- Independientemente del nivel de preñez en que se encuentre el rodeo, el control de las enfermedades reproductivas puede aumentar los procreos en –por lo menos– un 10%.
- En caso de tratarse de un rodeo limpio, debe considerarse el riesgo de ingreso de enfermedades, que lleva a derrumbes de 20 a 40% de preñez en los primeros años de infección.
Muy bueno y muy practico como siempre Jaime felicitaciones, pasa lo mismo con nuestra propia salud muchas veces pensamos que las enfermedades andan por ahí paro que a nosotros no nos toca. El argumento mas escuchado es el costo pero en el fondo hay dos cosas más una es que muchas veces no saben como es el tratamiento y no se consulta con un profesional y otra es que da un poco más de trabajo.
Muito importante, realmente o investimento em vacinas não não é significativo, talvez o rodeio seria o custo mais caro da vacinação..
Leo con mucho interés sus notas, y aunque soy argentino, las recomendaciones son también aplicables en suma medida al rodeo de mi País. Hay una enfermedad reproductiva que es la Tricomoniasis, para la que no existe vacuna y para la que hay que efectuar un trabajo previo de profilaxis en toros, que no es fácil, y que es el “raspaje prepucial”. Respecto de lo dicho en la nota, estoy en un total de acuerdo. Cualquier ternero nacido, paga con creces la sanidad de un Establecimiento Ganadero . Saludos y disculpas por mi atrevimiento a opinar.
Selva Marella Ruiz:(Uruguay). tuve varios años 50 y 60 % de preñez . Encare la vacunacion por las enfermedades reproductivas y a tres años de haberlo hecho hoy tengo el 91% de preñez y el manejo , campo ,aportes de sal ha sido siempre el mismo lo único que cambio fue el uso de las vacunas . A las vaq dos dosis y toros y vacas una al año .Muy bueno el articulo.
Hola Selva, muy bueno contar con experiencias prácticas y relatadas por productores como tú, que validan los números que planteamos en el artículo. Saludos
Muy bueno el informe es que a todos nos cuesta gastar pero en mi caso no lo veo como gasto lo veo como inversión deade que comencé a zanear mi rodeo los resultados fueron sorprendente tal es así que llevo tres años con más del 97 por ciento de paricion… gracias y sigan así. .
Muy bueno lo de ustedes ,realmente hacen falta espacios así , lo de las vacunas para enfermedades reproductivas es indiscutible el beneficio y es como se dijo en otro comentario ,es una inversión no un gasto, aunque habría que ver también un capitulo sobre los precios y calidad de los insumos ,donde pareciera que falta algo en ese sentido ,me pasó que mientras una veterinaria me cobró 50 u$D en otra 75 el frasco de la misma vacuna, la inflación en dolares anda brava