Identificar y seleccionar animales genéticamente superiores, portadores de una combinación de genes que se espera transmitan a su descendencia, es y seguirá siendo el objetivo de cualquier mejorador.
El problema radica en que la medición directa del mérito genético aditivo no es posible, y las alternativas para logar un progreso genético se reducen a utilizar información tradicional (fenotípica) y/o genómica (marcadores moleculares).
La correcta implementación de estas herramientas parecería ser no sólo una necesidad, sino que la única alternativa viable hasta el momento. Por ello, resulta fundamental conocer algunos conceptos básicos, evitando caer en falacias o contradicciones.
La DEP es una estimación, y no puede predecir el comportamiento ya que este es una combinación de genética y el ambiente donde medimos el fenotipo. Por otra parte, la exactitud o medida de la confiabilidad en la estimación del DEP, depende exclusivamente de la heredabilidad y la cantidad de información que se tenga del reproductor.
El gran desafío se basa en identificar las características económicamente relevantes(asociadas directamente a ingreso/egreso de un establecimiento comercial) y seleccionarlas a través de características indicadoras (Criterios de selección) que son los de fácil medición y bajo costo.
Las razas las cambian las personas, el plantelero es el responsable de producir ese cambio, el comercial el que lo demanda y los técnicos los que asesoran. La sinergia entre estos el medio, y el fin es el rodeo comercial.
Las decisiones en los programas de selección son inversiones a largo plazo y siempre debe existir un balance favorable de los datos vs apreciación visual.