Foto Instagram: Ariana Munch
Consideramos que uno de los aspectos más relevantes en el manejo reproductivo en la cría es lograr que la mayor cantidad de vaquillonas de reposición llegue ciclando en el comienzo de la estación reproductiva. Como muestra el cuadro que acompaña a esta publicación, -datos que registramos en 6 predios y que analizamos con la Dra. Mónica Rodríguez-, las vaquillonas ciclando al comienzo del servicio, no solo tienen más chances de preñarse en el entore (97,4% versus 79,3%, vaquillonas cíclicas y no-cíclicas, respectivamente), sino que la calidad de preñeces alcanzadas es muy superior al de aquellas que no han comenzado a ciclar al inicio del mismo (la preñez de cola fue de 4,2% versus 17,4%, vaquillonas cíclicas y no-cíclicas, respectivamente). Esa mayor concentración de las preñeces en las vaquillonas cíclicas hace que los terneros nazcan también mayoritariamente en la cabeza de la parición, sean bastante más pesados al destete, con madres que tendrán probablemente más chances de volver a preñarse como vacas de primera cría, comenzando un patrón productivo más compatible con una mayor habilidad de permanencia de ese vientre en el rodeo. Hay, además, información publicada con respecto a que la progenie que nace al comienzo de la parición también tendrá mejor comportamiento reproductivo en las hembras y mejor performance en la invernada en los machos.
Tenemos un dato complementario para compartir sobre la relevancia de tener una hacienda con madurez sexual temprana, que hemos medido en condiciones de explotación ganadera en un rodeo manejado sobre basalto en el departamento de Salto. El 15 de setiembre del 2020, se evaluaron genitalmente 903 vaquillonas para reposición que en esa primavera estaban cumpliendo 2 años. Aproximadamente, un 18% (n= 160) estaba ciclando en ese momento. Había un 65% (n= 586) que eran no-cíclicas pero su escore de desarrollo genital era superior que otro 17% (n= 157) que tenían muy poco desarrollo de los órganos reproductivos. Estas últimas 157 vaquillonas se refugaron de la reposición. El 24 de noviembre del mismo año, se vuelven a evaluar las 746 vaquillonas que quedaron en el predio como reposición y aquellas que están ciclando en ese momento se sincronizan para un programa de IATF.
La tasa de preñez global que se obtuvo en esa inseminación de vaquillonas fue de 58,2% (298/512). Las vaquillonas que estaban cíclicas 70 días antes tuvieron una tendencia a lograr una mejor tasa de preñez respecto a aquellas que estaban en anestro al inicio de la primavera. Las cíclicas 70 días antes alcanzaron el 64,4% (103/160), mientras que las que eran no-cíclicas en setiembre, pero cíclicas en noviembre, registraron una preñez de 55,4%.
De esta forma, aquellas vaquillonas que tuvieron una madurez sexual más temprana, con igual sanidad, nutrición y manejo, lograron una mejor performance a la IATF que las que comenzaron a ciclar más tardíamente; un efecto sutil, pero con impacto económico en la cantidad de kilos que van a producir en relación a las que registraron una pubertad más tardía.
En esta gráfica se muestra el comportamiento reproductivo de vaquillonas hijas de tres tipos de toros (que se habían usado al azar) manejadas en un grupo contemporáneo. Las hijas de vaquillonas de toros que tenían EPDs en ahorro de energía ($EN) mayor, menor peso adulto, más grasa y más preñez de vaquillonas, referido al promedio de la población de USA, se preñaron mejor que toros con mayor crecimiento y mayor tamaño adulto.
Nótese que la alimentación, la sanidad y el manejo fueron iguales, pero en esas condiciones, hubo vaquillonas hijas de toros con determinadas características que se preñaron mejor. Ese tipo de datos de campo son los que me llevan a pensar que tenemos que trabajar también en la genética para los sistemas criadores.
Que sucede usamos toros que preñan más pero achican el rodeo… y la industria pide ) en Uruguay) animales más pesados; después perdemos en la invernada?
Que sucede usamos toros que preñan más pero achican el rodeo… y la industria pide ) en Uruguay) animales más pesados; después perdemos en la invernada?
Muchas gracias por su pregunta. Supongo que Ud se refiere a que, eventualmente, esos toros de madurez más temprana podrían llevar con su progenie a achicar el tamaño adulto de la hacienda. Este último punto es pertinente porque, en realidad, la genética de madurez sexual más temprana, al promover vacas más moderadas, lo que podría hacer es “agrandar” el rodeo, o sea que, en un mismo predio, se podrían manejar más cantidad de vacas. Hay mucha evidencia que indica que las vacas moderadas tienden a transformar el pasto en terneros más eficientemente; esto es, necesitan comer menos kgs de pasto para producir un kg de ternero al destete. De forma tal que el sistema de cría podría mejorar la productividad. Es cierto que, en la fase de invernada, esa hacienda puede llegar a ser más liviana, y el precio de venta individual se reduce. Sin embargo, eso no necesariamente significaría una perdida en la productividad y rentabilidad del predio, desde que se podrían terminar antes más cantidad de animales en un período de tiempo determinado, con mayor cantidad de kgs de carne producidos por hectárea en ese sistema.